Una vez más y con gran ilusión hemos celebrado el Frater Eguna. Un encuentro muy
esperado, donde nos hemos encontrado miembros de la Residencia Calzada y
Residencia Purísima Concepción de Murguía. Es un día maravilloso, todo un regalo,
difícil de olvidar, dónde uno toma fuerza y energía para continuar con nuestra Misión
entendiendo que juntos llegaremos más lejos.
A primera hora de la mañana partimos rumbo a Murguía y a las 10:30 tiene lugar el
esperado encuentro. Salta a la vista la maravillosa armonía y el mucho amor que entre
todos nos tenemos.
En primer lugar nos reunimos para la Celebración de la Palabra. Este acto marca
nuestro carácter, porque celebramos lo más vital: nuestra Fe. Y lo hacemos Unidos a
San Vicente y Santa Luisa centros y sentido de nuestra actuación. Ahí sabemos lo que
somos y lo que soñamos.
El Evangelio de Juan nos ayudó a profundizar en nuestro servicio, sirvió de reflexión
para ver cómo podemos ser alimento para otros, ser alimento significa amar como
Jesús amó, hasta el extremo.
Durante la celebración fuimos elaborando el pan, ese pan que simbolizaba nuestra
vida y las de nuestros residentes, pensando en los dones que hemos recibidos y
también en nuestras miserias. Siendo en ocasiones aceite, otras harina y agua de ese
pan. Cada cual con sus propias cualidades.
Debemos de saber recibir el pan, tomarlo con alegría para poder luego darlo a los más
necesitados.