CARISMA VICENCIANO: MARCA LA DIFERENCIA
Durante los días 9, 10 y 11 de mayo miembros de los equipos de las Residencias y
Casas de Hermanas Mayores nos hemos reunido en la casa de Aiete (Donosti).
El fin principal de estas tres jornadas:
profundizar e interiorizar el Carisma Vicenciano como
nuestra señal de identidad, el valor que marca la diferencia.
Gran trabajo de los organizadores de este encuentro que, sin duda bajo la Luz de
nuestro Señor, decidieron cada día regalarnos maravillosas sorpresas.
La primera fue en la tarde del día 9. Llegaba desde Pamplona Salomé Arricibita. El
Evangelio hecho canción. La experiencia y la profundidad de su fe a través de su
música.
Pero la sorpresa no acababa ahí, los organizadores nos presentaron una dinámica muy
enriquecedora, muy personal y llena de verdad, de profundidad y de sinceridad.
Varias personas nos fueron narrando sus experiencias, sus emociones y sentimientos,
el sentido que tiene la vida para ellos en el contacto diario con nuestros mayores. Todo
lo que nos aportan nuestros mayores y todo lo que nosotros día a día les aportamos a
ellos. Fueron testimonios llenos de vida, de verdad y sobre todo de mucho amor.
Y así acabó la jornada, y que mejor forma de acabarla que con la celebración de la
Palabra centrada en torno a la figura de nuestra Santa Luisa.
El siguiente día lo iniciamos con la Eucaristía, donde recibimos, de manos de nuestros
carteros una carta de felicitación de Pascua del propio Papa Francisco.
Nos reunimos y llegó, la segunda sorpresa. Maravillosa. Nada más y nada menos que
durante todo el día nos acompañó Rosa M. Miro.» Benditos los que vienen en el
nombre del Señor», en su Nombre nos acompañó todo ese día.
Y así acabó la jornada, y que mejor forma de acabarla que con la celebración de la
Palabra centrada en torno a la figura de nuestra Santa Luisa.
El siguiente día lo iniciamos con la Eucaristía, donde recibimos, de manos de nuestros
carteros una carta de felicitación de Pascua del propio Papa Francisco.
Nos reunimos y llegó, la segunda sorpresa. Maravillosa. Nada más y nada menos que
durante todo el día nos acompañó Rosa M. Miro.» Benditos los que vienen en el
nombre del Señor», en su Nombre nos acompañó todo ese día.
Rosa colocó sobre la mesa su alma y su corazón, y con la dulzura del Amor que nace de
la profundidad de su Fe nos fue presentando los caminos y senderos por los cuales el
Carisma Vicenciano se hace presente, vivo y activo.
Nos comunicó que la diferencia de nuestro Carisma se ha concreto y se hace real en el
día a día a través de estas actitudes:
– Ser proactivos, buscando siempre mejorar, contagiar a los demás lo positivo.
Que nuestro proyecto de vida esté basado en la Fe. Nacer desde el interior sin
caretas. Hacer las cosas dando prioridad al cómo hacerlas. Disfrutar y vivir lo
que hacemos.
También profundizó en la mirada, la mirada que lleva a la acción, acercándonos a mirar
como miraba Cristo; ver que nada puedo por mí mismo, ver que el amor genera la
vida.
He aquí una frase de San Vicente, que Rosa puso sobre la mesa y nos debe hacer
meditar e interpelarnos:» No es suficiente que yo ame a Dios si el prójimo no lo ama»
Terminó la tarde con todos los allí presentes puestos en pie, aplausos desde el alma
por el auténtico regalo de formación que habíamos recibido.
Antes de concluir la jornada presentamos una preciosa oración itinerante por el jardín
de Aiete. Recordando la figura de María que cobra vida en cada una de nuestras
provincias y depositando en su regazo nuestros sueños y los de todos los cristianos
que sufren y son perseguidos en el mundo por vivir su Fe.
Allí, nada más llegar fuimos recibidos por Elena y un padre Paúl que nos enseñaron el
recinto y nos mostraron un vídeo sobre San Vicente y ese lugar. Pero íbamos de
sorpresa en sorpresa. Algo muy grande iba a acontecer. Pudimos Celebrar la Palabra
en el propio interior de la casa donde nació San Vicente.
Qué intensidad el poder orar al lado de la cuna donde vivió sus primeros días nuestro
Fundador y responsable de toda esta maravillosa historia que es el sentido de nuestras
vidas!
Tras el almuerzo vuelta a Aiete, reponer fuerzas alrededor de una mesa y paseo por los
alrededores disfrutando de las maravillosas vistas que tiene Donosti.
Y el día nos daba aún más, la oportunidad de vivir otro maravilloso encuentro. Por la
tarde Oscar Alonso nos presentó, con su sabiduría y sus reflexiones en torno al poder
de compartir, el liderazgo desde la base de nuestro carisma.
Enfatizó qué debemos de ser líderes al estilo de Jesús. Ser líderes al estilo de Él.
significa aceptar el compromiso de tener presentes los valores que el propio Jesús tenía:
La fidelidad al Padre, el conocer a las personas, acercarse, escucharlas y observarlas.
Creer en ellas y amarlas hasta el extremo.
Vivir asentados en la misericordia.
Al finalizar la tarde llegó el momento de la entrega de diplomas y las despedidas. Con
las maletas repletas de buenas intenciones y el enorme deseo de ponerlo en práctica y
de llevar una vida de coherencia entre lo que decimos ser y lo que realmente hacemos,
partimos a nuestros lugares de origen.
Agradecer de todo corazón sinceramente a todos los que han participado en la
preparación y organización de este maravilloso encuentro por su esfuerzo y
dedicación.
A partir de ahora solo nos queda sembrar, cuidar y hacer florecer estas semillas y
recoger sus frutos.
Grupo de prensa
(Residencia Calzada)
