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Hoy 5 de abril de 2019, “esta gran familia nos reunimos entorno a la Eucaristía para
celebrar. Sí, celebrar que nuestra Hermana Sor Rafaela descansa en paz y goza de tu
presencia Señor”.
Con estas palabras se inicia la monición de entrada, la cual transcribimos a
continuación, para compartir con todos vosotros este emotivo momento y recordar su
andadura en su servir a los demás:
“Hace unos días en esta misma Capilla, sor Rafaela renovaba su Sí al Señor,
un Sí vivido con lucidez y con alegría. Y ahora, estamos seguras que ya ha recibido el
abrazo del Padre, quien le ha acogido con misericordia, con ternura y que con cariño le
ha dicho: “ven bendita Sor Rafaela, porque entregaste tu vida a servirme en los más
necesitados, durante 67 años de Hija de la Caridad, en el colegio San Vicente de
Barcelona, en el colegio de Sariñena (Huesca), en la Beneficencia de Valladolid, en el
hogar San José de Vitoria, en la Residencia Fuentes Blancas de Burgos, en el Centro de
acogida Hazaldi de Vitoria, en Cazoña, en Basozelai Basauri y estos dos años en
Gernika, compartiendo tus limitaciones de salud.
Sor Rafaela viniste a que te cuidáramos, te acompañáramos en el último
trayecto de este camino…. Y ¡cuántas gracias damos a Dios de esta oportunidad que el
nos regaló. Hemos experimentado de corazón, que la ayuda no ha ido en una única
dirección, nosotras hacia ti, no… Ha sido un verdadero compartir, tú desde la
limitación, te has convertido en una gran experiencia formativa. Nos has enseñado que
las ganas de vivir están por encima de la limitación y la enfermedad, que tu sentido del
otro te hacía sacar fuerzas para sonreír.
Sor Rafaela, ha sido un regalo vivir contigo. Unas trabajadoras que te cuidaron,
al enterarse de tu partida nos dijeron: ” Es muy fácil hablar de ella, la verdad es que nos
conquistó su lucha por la vida, su valentía y el esfuerzo que hacía muchas veces por
sonreír, cuando estábamos con ella” Otra decía: “ siento mucho la pérdida de sor
Rafaela, pero sé que del cielo recibe un regalo, el que un día lo tuvimos nosotras
cuando vino a casa. Hoy deja de vivir con nosotras, para vivir en nosotras”.

En la acción de gracias, representantes de los Cuatro Pilares toman la palabra:
(Junta de Patronato)
“Hoy nos corresponde despedirnos de la querida Hermana Sor Rafaela, quien
nos ha dejado después de cumplir su misión en esta tierra, con su servicio abnegado y
constante en la Congregación de las Hijas de la Caridad.
Hemos tenido la suerte de tenerle con nosotros en los dos últimos años de su
vida, haciéndose querer por su forma de ser y de la aceptación en todo momento de lo
que Dios le enviaba.
Es una bendición para la Junta de Patronato el poder acoger en las
dependencias de la Residencia, a las Hijas de la Caridad, que habiendo terminado su
vida activa, necesitan de una estancia acorde con sus necesidades de persona mayor,
en especial aquellas que tienen unas carencias debidas a la edad y enfermedades. Ellas
nos dan un ejemplo a tener en cuenta para cuando nos llegue la etapa del Adiós.
El cariño con el que las propias Hermanas de la Comunidad les tratan, nos dan a
todos el ejemplo de cómo se deben tratar a las personas mayores necesitadas.
Sor Rafaela vivió con gozo y alegría la pertenencia a la Comunidad de Hijas de la
Caridad, para ella el trabajar y hacer cuanto podía por los demás, era hacer la voluntad
de Dios.
Es por tanto justo, el dar primeo las gracias a Dios por habernos concedido a
una persona como sor Rafaela, sin olvidarnos de agradecerle a ella toda su vida
dedicada a los demás.
Sor Rafaela gracias por todo. Seguro que tendrás un merecido descanso en la
Paz del Señor. Sigue intercediendo por nosotros.
Agur y hasta pronto.”
(Personal Laboral)
“Señor, el personal laboral te damos gracias por regalarnos el cuidado de Sor
Rafaela. Ha sido todo un ejemplo de fortaleza y de saber sobrellevar su padecimiento
con una entereza que nos conmovía…
Gracias Señor, por los gestos tan expresivos que nos regalaba Sor Rafaela que
eran tan innatos en ella. De sus momentos de tristeza sacaba fuerza, una fuerza que
Tú sólo, Padre Dios, sabes dar, para regalarnos su bella sonrisa y hasta una carcajada a
nuestros reclamos, y ¡¡Cómo nos conquistó!!
Hoy le decimos adiós, y nos abrazamos a la promesa que nos hiciste, que la
muerte sólo es el paso al encuentro definitivo Contigo y al amor de quien nos
acompañaron en esta vida. Gracias Señor por este gran consuelo
Sor Rafaela ya merecías descansar en los brazos del Padre.
Ahora te pedimos que intercedas por nosotros.”

(Voluntariado)
“Desde el Pilar del Voluntariado, deciros que no hemos tenido la suerte de
tratarla en profundidad, pero es bien sabido que las cosas buenas trascienden,
sabemos de buena mano, que era una persona fuerte y valiente, una Hija de la Caridad
que supo entregarse hasta el final sin faltarle, eso sí, la sonrisa en los labios a todos los
que se acercaban a cuidarla o a compartir unos momentos con ella.
Te damos gracias por ponernos a Sor Rafaela en nuestras vidas como ejemplo
de entrega, servicio y valentía.
Ahora descansa en los brazos de Dios Padre e intercede por todos nosotros ante
Él.
Siempre estarás en nuestros corazones.
(Hijas de la Caridad)
“Señor, hoy la Comunidad de Hijas de la Caridad te queremos dar las gracias por
haber puesto en nuestras vidas a Sor Rafaela.
Aunque llegó a esta comunidad de Gernika enferma, ella, no ha dejado de
enseñarnos su lucha y fortaleza por vivir, convirtiendo cada momento de superación en
alegría y festejo para las demás. Todavía guardan nuestros corazones el momento en
que en la fiesta de la Encarnación, reunidas a su alrededor, trabajadores y hermanas,
abría los ojos y volvía a sonreír. Una fiesta que este año, ha podido disfrutar y renovar
su fidelidad a Dios con todas y todos en la capilla.
Dos años de pequeños pasos, de miradas cómplices, de risas… y también de
lloros, porque asumir su nueva condición no era fácil, que nos han acercado a ella y
enseñado el gran corazón que poseía.
Gracias Sor Rafaela por tu vida de entrega y por hacer vida cada día las
palabras del Evangelio “Tuve hambre y me diste de comer; enfermo y me visitaste, en
la cárcel y viniste a verme…”porque estamos seguras de que escucharás tu también las
Palabra del Señor diciéndote “Ven bendita de mi Padre”.Sor Rafaela